domingo, 20 de marzo de 2016

Perfil del lector


La lectura es un acto individual. Nadie mejor que tú, lector, sabe hasta
qué grado ha comprendido o no un texto, un mensaje escrito; sólo tú
conoces las dificultades de comprensión que se te han presentado y el
modo y los recursos estratégicos que has empleado para solventarlas.



Las diferencias entre un lector experimentado, competente, y un lector inexperto o ingenuo se deben esencialmente al desarrollo de las habilidades receptoras que un tipo u otro de
lector sean capaces de aplicar. El lector es el responsable de la atribución de significados y de la formulación de interpretaciones. De modo que las habilidades y estrategias que intervienen en la construcción de saberes a través de la cooperación texto-lector son decisivas para que el receptor se manifieste como un lector ingenuo (si se queda en un nivel superficial de lectura) o como un lector competente (que profundiza en el texto hasta llegar a la interpretación coherente y adecuada del mismo). Pero, además, no debe olvidarse que el lector se forma en el ejercicio de la lectura, de modo que la experiencia lectora —efecto del hábito lector—, amplía los componentes de la competencia literaria y contribuye al desarrollo de la diversidad de estrategias que la lectura de los distintos tipos de texto requiere. Experiencia lectora, desarrollo de la competencia lectora y dominio estratégico son las claves de la formación del lector competente. 

La noción de lector competente es difícil de definir según explican autores tales como Mendoza, Cassany, Luna y Sanz, Colomer y Camps (citados en Prado, 2004:218). Sin embargo, todos coinciden en afirmar que un lector competente es aquel que:
Puede llegar a establecer e interpretar el significado del texto a partir de diversas estrategias. Así, su “competencia” se expresa a través de indicadores tales como:


  • Lee habitualmente en silencio.
  • No cae en defectos típicos tales como vocalizaciones u otros.
  • Realiza una lectura rápida y abarca unidades significativas mayores a la palabra.
  • Elabora inferencias.
  • Formula y comprueba hipótesis.
  • Resume a partir de elaboraciones propias.
  • Jerarquiza los contenidos del texto en función de la postura del emisor (aun cuando él tenga una visión distinta del asunto).
  • Llena espacios de sentido que han quedado (o dejados) vacíos en el texto.
  • Desenreda la maraña de intertextualidad de donde ese texto ha surgido.
  • Finalmente y como apunta Parodi (1999:63), es capaz de guiar y controlar sus propios procesos mentales, de modo de construir una interpretación textual acorde con sus conocimientos anteriores.
Si tu lectura reúne estas características antes enunciadas te puedes considerar un lector competente.

Leer, que básicamente es saber comprender, y, sobre todo, saber interpretar, implica que
los lectores establezcan las personales opiniones, valoraciones y juicios. Por ello, leer es
participar en un proceso activo de recepción, de modo que el conjunto de actividades que
desempeña un lector competente es mucho más amplio que las que ejerce un lector ingenuo. Por ello, para definir a un lector competente, puesto que se trata de un tipo de lector más complejo, hay que ampliar la relación de sus rasgos —aunque lo cierto es que su caracterización es difícil—. 
El lector competente es, en cierto modo un lector ideal, porque responde a las características que pueda corresponder a distintos tipos de lectores implícitos, pues sería capaz de interpretarlos correctamente. El lector competente, lee buscando la interpretación del texto, o sea, realizando una actividad cognitiva que supera el nivel de la descodificación y de la comprensión. 


Propuesta didáctica

SELECCIÓN DE TÍTULOS 

  • Logros: Identificar la idea principal. Analizar un texto Capacidad argumentativa.
  • Materiales: Hojas de papel Lápices Textos de lecturas 
  • Tamaño del grupo: Grupal, todos los alumnos. 
  • PROCEDIMIENTO: Después de que los estudiantes hayan leído una historia, se les pedirá que sugieran títulos para ésta, en pedazos de papel, y que los defiendan haciendo una lista de los detalles en el relato que apoyen su elección. Cuando se tenga varios títulos, colocarlos sobre la pizarra (menos el título original). Luego con la intervención del docente se determina cuales de los títulos que se aproximaron al original. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario