domingo, 21 de febrero de 2016

Los propósitos de la lectura


Toda lectura responde a determinadas necesidades y a particulares intenciones. Se lee para informarse, documentarse, entretenerse. Se lee por indicación de otros, por sugerencia o recomendación. Se lee también por iniciativa propia.

La lectura puede ser considerada como un medio y como un fin. Se suele considerar la lectura como medio cuando es valorada como una herramienta a través de la cual se obtienen conocimientos; entonces, es vista como un instrumento en el proceso de formación del ser humano. Y será valorada como fin, cuando se practica más libremente y en función del placer, del recreo.

Existe una diversidad de propósitos de la lectura, y todos ellos varían de acuerdo a su objetivo, o lo que se busca conseguir con ella, a continuación ejemplos de los objetivos de la lectura:

1. Leer para obtener una información en general: Se refiere a que leemos buscando extraer una idea global del texto.
2. Leer para obtener una información precisa: Desde el momento que iniciamos con la lectura tenemos la intención de localizar un tema determinado y leer posteriormente éste tema en particular.
3. Leer para seguir instrucciones: Significa cuando queremos realizar una acción determinada.
4. Leer para comunicar un texto a otro: Cuando utilizamos la lectura en voz alta frente a un auditorio.
5. Leer por placer: El lector en su deseo de adquirir conocimientos, puede releer un párrafo o el libro entero. En todos los grados éste placer está ligado a la lectura “para uno mismo que comienza y termina en uno mismo”.

En conclusión, es bueno saber que estas diferentes finalidades se superponen y se complementan y combinan en el proceso de lectura y comprensión, y también es bueno subrayar que un mismo texto es capaz de responder a múltiples necesidades, finalidades u objetivos, según la perspectiva y funcionalidad de su recepción, es decir, de su comprensión.






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